Rubén Sánchez: "El spray es la acción y la calle. El pincel, la intimidad del estudio"
Acabamos de lanzar el cuaderno Arty de este artista callejero y diseñador madrileño afincado en Barcelona, amante de la estética mediterránea y el diseño nórdico de los 70. Una combinación explosiva que se completa con grandes dosis de cultura artística, grafitera y skater; además de una depurada técnica muralística. Rubén Sánchez ha pintado murales en Jordania, Dubai, Barheim, Líbano o Turquía. Dice que la Historia del Arte hubiera sido bien distinta de haber existido redes sociales. Te presentamos a este artista que es pura vida.
Geométrico, vitalista y lleno de color. Tu estilo es una explosión de alegría para las ciudades grises, cuéntanos ¿qué buscas transmitir con tus murales?
Visualmente busco un contraste, una especie de llamada de atención para mostrarte un mensaje. Más o menos como hace la publicidad, pero sin querer venderte nada. Personalmente, busco disfrutar y plantearme retos.
¿Cuáles son tus influencias? ¿Y tus artistas fetiche?
En lo conceptual me interesa la conectividad, la comunicación no verbal y lo inexplicable. En lo visual, mucha cultura Mediterránea con toques de diseño nórdico setentero. Hay ciertas influencias base, por así decirlo, y otras variables. Un artista que me gusta mucho, por su versatilidad y estilo, sobre todo, es Le Corbusier.
¿Qué importancia tiene en tu obra el uso del color? ¿Cuáles son los colores que prefieres y porqué?
Creo que los colores los elige mi subconsciente, no yo. Al final es una manera de transmitir quién soy y de dónde vengo, lo que pienso o lo payaso que soy. Representa una manera de ser, y creo que mi forma de ser es bastante colorista. Tiro mucho de colores cálidos, la gama de amarillos a rojos. Y los contrasto con turquesas casi siempre, y algún violeta se cuela por ahí de vez en cuando.
«Me interesa la conectividad, la comunicación no verbal y lo inexplicable» dice Rubén Sánchez
Brocha, spray, lápiz o vectores… ¿Con qué técnica disfrutas más?
Todo tiene su encanto. El spray es la acción y la calle, el pincel y el lápiz es la intimidad en el estudio, y los vectores, posibilidades infinitas digitales.
Conoce a otro artista «Arty» que también es grafitero
¿De qué manera ha marcado la iconografía de Rubén Sánchez el mundo del skate en Madrid y Barcelona?
Mogollón. Muchas veces acabo metiéndole skates a mis personajes casi involuntariamente. Lo que ves en las calles mientras patinas o cómo interacciones con la gente y tus amigos, lo acabas trasladando a tu trabajo de una manera u otra. Siempre pienso que es una terapia para desconectar de todo, y sin embargo es una gran fuente de inspiración.
¿Siempre pintas tus murales como Rubén Sánchez en solitario? ¿Cómo es el proceso de trabajo para cada uno?
Sí, siempre los pinto solo. Normalmente busco foto del muro en cuestión, después estudio la zona, el país, la cultura, etc., y después trabajo en un boceto que encaje bien arquitectónicamente. Otras veces no hay tiempo para todo esto y tienes que improvisar, que también está bien.
«Siempre pienso que patinar es una terapia para desconectar de todo, y sin embargo es una gran fuente de inspiración.»
¿Cuál es el lugar más extraño donde has pintado un mural?
En un campo de refugiados en Jordania, en una casa encantada en Turquía, buses, trenes, caravanas abandonadas… hay de todo.
¿Cuándo decidiste convertirte en artista callejero? ¿Era lo que soñabas de niño?
Es un poco la evolución de haber sido grafitero de adolescente y diseñador más adelante. Había una salida por ahí y yo ya estaba bastante harto del ordenador, así que volví a la calle, sin dejar completamente de lado el ordenador.
De niño quería ser de esos que van detrás en el camión de la basura agarrados, aunque tengo un escrito que hice con mi primo con 12 añitos o así, que decíamos lo que queríamos ser, y ya apuntaba a artes visuales.
¿Crees que en nuestro país se valora los suficiente el trabajo de artistas como tú?
Mi trabajo es en un 90 o 95% fuera de España. Yo personalmente me como «un mojón» en España, pero sí veo cada vez más iniciativas y artistas bien valorados aquí. He estado casi 4 años viviendo fuera, así que tampoco puedo venir reivindicando nada.
¿Es una utopía tratar de vivir de tu arte hoy en día?
No es fácil, pero es posible. Ahora hay más visibilidad y muchas más posibilidades de promocionar tu arte. También hay millones de artistas y es más difícil destacar o no parecerte a uno u a otro. Me imagino como sería si Picasso, Van Gogh y compañía hubiesen tenido redes sociales. Seguramente sería diferente la historia del arte. Artistas desconocidos hubiesen tenido más posibilidades, etc. Imagínate a Van Gogh poniendo una foto de la oreja ensangrentada en plan ¨me acabo de arrancar la oreja LOL #estoytoloco #panocho #contemporaryart¨ (risas). Igual la gente no le hubiese tomado muy en serio, aunque tampoco es que triunfase mucho en vida…
«El 90% de mi trabajo lo hago fuera de España, pero he estado 4 años viviendo fuera. Tampoco puedo venir reivindicando nada»
Cuéntanos el trabajo del que más orgulloso te sientes a día de hoy
El trabajo que hicimos en con refugiados en la frontera siria de Jordania fue de lo que más me llenó como artista. Experiencias muy enriquecedoras, aunque en lo técnico no fuese nada del otro mundo.
Añadiría una instalación con madera que hice en Bahrein y otra instalación en Dubai sobre los sueños lúcidos que hice el año pasado, aunque ya sabes que es muy difícil estar completamente orgulloso del trabajo que hace uno. Por lo menos yo.
¿Qué te parece la colección de Cuadernos Arty de Imborrable?
Mola mazo. Buena gente y mucho talento ahí metido. Fuerza a todas las compañías pequeñas que se mueven con y por amor al arte.
¿Qué proyecto tienes en marcha ahora mismo?
Siempre hay unos cuantos proyectos abiertos a la vez, gracias a Dios, la cuestión es tratar de organizarse bien. Tengo que acabar un mural en Budapest, que cuando fui por primera vez el muro no estaba totalmente construido. Tengo proyectos de arte público (escultura) en Francia y Dubai, planeando expo individual internacional y un par de encargos por ahí chulos.
Atraco verbal a Rubén Sánchez
Un personaje de dibujos animados: Doraemon
Un ilustrador: Stig Lindberg
Un objeto cotidiano: La cafetera
Un lugar para vivir: Badalona, Madrid y Granada.
Tu profesión frustrada: Artista
Un proyecto pendiente: flip 360
Tu cuaderno Arty favorito: ¡son todos geniales!
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