Recuperando la rotulación a mano tradicional y castiza de Madrid

Caligrafía a mano Diego Apesteguía

Cuántas veces paseando por Madrid te has fijado en alguna de esas fachadas de locales antiguos, con sus azulejos, su nombre escrito en rotulación a mano desde hace decenios, y su aroma añejo. Cada vez quedan menos, por desgracia, y los locales de toda la vida de Madrid y otras ciudades emblemáticas son engullidos por gigantescos Starbucks; sin embargo, la rotulación o el lettering está de moda y son muchos los negocios que quieren recuperar ese aspecto vintage gracias a la mano de algunos artistas de esta disciplina, como Iván Castro o Diego Apesteguía.

Rotulo Tenkey Barber Shop con Pan de Oro por Diego Apesteguia
Rotulación Tenkey Barber Shop por Diego Apesteguia
Rotulación a mano Gildas Madrid por Diego Apesteguía
Rotulación a mano por Diego Apesteguía

La rotulación a mano, un icono de Madrid

Malasaña está llena de fachadas castizas con lettering y azulejos, pan de oro, cenefas historiadas y un aire decadente de antiguo negocio próspero. En Lavapiés también es fácil encontrar este tipo de comercio, y en el Madrid de los Austrias o el Rastro. Pero quedan pocos o en muy mal estado. Diego Apesteguía es un letterista amante de estos carteles tradicionales, a quien le gusta pasear por la capital en busca de tesoros escondidos en las fachadas de los comercios. Y ha hecho de ello un modo de vida. Su rotulación a mano puebla las calles de cada vez más barrios, aunque sus orígenes están en el mundo del graffiti.

Diego comenzó trabajando con el spray, pero ahora se dedica a retomar las técnicas de la rotulación a mano tradicionales de los escaparates, como el pan de oro, el grabado de vidrio o la pintura con esmaltes. Gracias a su buen hacer, su estudio Rotulación a mano ha ganado el Premio Nacional de Artesanía 2017 en la categoría de Emprendimiento, por «su introducción de nuevos conceptos en el sector artesano, al crear piezas visuales que aportan valor no sólo a sus clientes sino también al espacio arquitectónico y visual de las ciudades», según el acta del jurado.

Rotulación a mano del Foodtruck de Cervezas la Virgen por Diego Apesteguia
Rotulación a mano del Foodtruck de Cervezas la Virgen por Diego Apesteguia

Rótulo defensor de lo duradero

Frente a la inmediatez de nuestra sociedad actual y lo efímero del arte, algo que preocupa a muchos ilustradores, Diego Apesteguía defiende aquello que perdura en el tiempo. Por eso desde su estudio Rotulación a mano busca recuperar los rótulos antiguos y las fachadas comerciales clásicas por su valor histórico, urbanístico y visual, «recordando épocas en las que éstos duraban generaciones», dice. En una entrevista concedida a SomosMalasaña, Diego afirma que «su oficio mezcla arte, comunicación y marketing». Algo que ya nos habían contado otros letteristas como Iván Castro, conocido por su rotulación a mano en locales de Barcelona y por diseñar el logo de Imborrable que puedes ver en todos los cuadernos.

Rotulación Nomade Cycles con técnica de pan de oro por Diego Apesteguía
Rotulación Nomade Cycles con técnica de pan de oro por Diego Apesteguía
Rotulación Horchata con técnica de pan de oro por Diego Apesteguía
Rotulación Horchata con técnica de pan de oro por Diego Apesteguía

También existen otras empresas o agencias que se han especializado en el diseño y la rotulación. La primera que nos vendría a la cabeza es The Font Hunter, que se han atrevido con proyectos de rótulos exteriores e interiores para todo tipo de marcas. Esta agencia creativa utiliza diferentes sistemas de iluminación para adornar los rótulos, ya que las bombillas han sido un referente para esta técnica durante muchos años. Entre sus trabajos también puedes encontrar rótulos de Neón, todo un objeto de culto de la decoración y la estética Googie americana.

Rotulo Neón The Monday Crush por The Font Hunters
Rotulo de Neón elaborado por The Font Hunters

Hay algo en la rotulación a mano que respira autenticidad y artesanía. Huyamos de los vinilos personalizados sobre cristal, realizados con alguna tipografía pobre desde un ordenador y otorguemos a nuestra ciudad el carácter original y artístico que se merece.

Definitivamente, es un buen momento para el lettering, debido en gran parte a la necesidad de los comercios de diferenciarse y cuidar los detalles. Y aquí solo las técnicas artesanales pueden aportar ese valor. ¡Larga vida a la rotulación a mano!

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