Cómo presentar una marca a un cliente

Como presentar una marca a un cliente. Grafismo logo S

05/06/2021

Aunque inicialmente pueda no parecerlo, presentar una marca a un cliente es un paso muy importante y por eso debemos trabajarlo en profundidad. Muchas personas pueden crear un logo perfecto para tu cliente, pero conseguir que se entienda es lo que diferencia un trabajo bueno de uno excelente. La presentación correcta de nuestras propuestas puede influir directamente en la decisión de nuestro cliente.

En este artículo os voy a dejar una serie de consejos prácticos que podéis seguir a la hora de presentar una marca para un cliente. Además os incluyo una estructura muy útil, para que podáis aplicarla bajo vuestras presentaciones. Las propuestas lucirán coherentes y profesionales.


Índice de contenido


La estructura perfecta para presentar una marca

Para que podáis asegurar la correcta presentación de vuestras propuestas, os dejamos una estructura a seguir que contribuirá a que vuestro cliente valore la propuesta desde un punto de vista más objetivo.

Recuerda que a la hora de presentar una marca es importante que dejemos de lado cualquier opinión subjetiva o personal.

Os recomendamos seguir la siguiente estructura:

1. Una frase de advertencia

Me gusta comenzar la presentación con una frase simple a modo de introducción. La frase tiene como objetivo intentar conseguir que el cliente deje lejos de la presentación cualquier tipo de opinión subjetiva.

“Un buen logo no puede resumirse en lo que a uno le gusta o no le gusta. Un buen logo se resume en lo que funciona.”

Se trata de una frase muy simple, pero en el proceso de presentar una marca a veces necesitamos educar también un poco a nuestros clientes para que puedan comprender mejor las soluciones aplicadas.

2. Características de un buen logo

Como acabo de comentarte, a veces necesitamos ilustrar a nuestros clientes con algo de información acerca del diseño de logos y el diseño gráfico. Por eso, tras mostrar la frase de advertencia anterior, te recomendaría reservar una nueva diapositiva con un breve resumen de lo que caracteriza a un buen logo.

Si te resulta más sencillo, puedes listar y mostrar las 7 características para diseñar un buen logo hoy en día, de un modo más breve y claro. Te lo resumo, pero si no has leído este artículo te recomiendo que le saques 15 minutos. Te ayudará a empaparte bien sobre las características con las que deberían de contar tus propuestas al presentar una marca para un cliente.

A la hora de diseñar un logo éste deberá ser simple, original, representativo, escalable, memorable, durable y relevante.

Por favor, evita atracar al cliente con largos textos y definiciones en esta diapositiva. No queremos agotarlo desde el inicio, y es probable que si ve mucho texto, pase a la siguiente diapositiva sin leer el contenido.

3. Situación actual de la identidad de tu cliente

Si queremos presentar una marca nueva, primero necesitamos exponer la situación actual. Presentar al cliente cómo se encuentra su identidad en el momento de la presentación. Esto nos ayudará a definir el problema, las carencias de su logo y lo que se necesita solucionar.

No te cortes, pon en evidencia la mala gestión de su identidad visual si consideras que no se encuentra bien implantada. Estudia por ejemplo, si el nombre está escrito en varias tipografías, si la paleta de colores no concuerda, si existen malas aplicaciones, si el logo actual no es correctamente escalable y es ilegible en formatos pequeños, etc.

Con este apartado buscamos que los clientes puedan experimentar los problemas reales y las limitaciones con las que cuenta su logo actual.

4. Objetivo y estrategia

Vuelve a dejar claro el objetivo a conseguir con esta propuesta y la estrategia que se ha seguido para dar con la solución. El objetivo tuvo que haber quedado claro en una primera fase de entrevista, donde te sentaste con el cliente y pudiste elaborar un briefing claro de sus necesidades.

Aprovecha este apartado para contarle al cliente cómo has abordado el problema para diseñar el logo. Por ejemplo, puedes establecer matices de personalidad para que el cliente entienda mejor lo que se incluye en la presentación.

Para presentar una marca debes reflejar cómo debería de ser el logo final a nivel de carácter y personalidad, a qué audiencia buscamos impactar, etc.

Gracias a este apartado, mostraremos al cliente que todo lo que exponemos en la presentación no es arbitrario, sino algo meditado y trabajado. Todo forma parte de la estrategia en la que hemos trabajado.

Tras este punto, el cliente ya estará listo para mostrarle tus propuestas. Con suerte habremos contribuido a crear en su cabeza un escenario más crítico y objetivo.

aplicaciones mockups tarjetas de visita Vanacco.com

5. Las aplicaciones

Un apartado con especialmente importancia en el proceso de presentar una marca. Para que tanto nosotros como los clientes podamos juzgar la efectividad de nuestras propuestas de diseño, necesitaremos ver los logos bajo un contexto. Conseguiremos esto gracias a las aplicaciones y los mockups.

Con cada cliente las aplicaciones pueden variar. Si hablamos de un cliente financiero habrá que aplicar el logo sobre carteles, una app, quizás papelería, tarjetas de visita, etc. Si hablamos de una tienda, quizás un letrero en la puerta, una etiqueta de precio, etc.

Es importante que cada una de las propuestas de diseño presentadas, se muestre siempre bajo el mismo tipo de aplicaciones, para otorgar las mismas oportunidades a todos los logos que incluya la propuesta.

Añade aplicaciones que muestren la versatilidad de nuestros diseños. Cómo son reproducibles en distintos formatos de impresión o materiales. Es la oportunidad para justificar que tu propuesta de logo funciona. Prueba a ponerlo en blanco, negro, en tamaños diferentes o sobre diferentes aplicaciones y fondos.

Al mismo tiempo, este ejercicio nos puede resultar muy práctico a nosotros. Nos ayudará a estudiar las posibles limitaciones que pueda tener alguna de nuestras propuestas y a corregir los errores con los que nos topemos.

Cómo lidiar con un cliente problemático al presentar una marca

Tras presentar una marca, debemos valorar la posibilidad de que por mucho que entreguemos un trabajo excelente, al cliente no le convenza o no se logre abstraer de sus opiniones subjetivas.

¿Qué motivos pueden ocasionar que el cliente rechace la propuesta al presentar una marca?

Esta situación pasa con más frecuencia de la que nos gustaría y puede ocurrir básicamente por dos motivos:

A. La sencillez del logo

A algunas personas les puede resultar complicado comprender que una solución tan simple puede requerir de un proceso extenso de horas de trabajo hasta toparse con ella.

Otras no concebirán que una forma simple sea la mejor solución para ellos y buscarán añadir más detalle, más color, más forma, etc., dificultando la pregnancia, la legibilidad o la funcionalidad del logo.

B. La familiaridad y falta de empatía

Los logos funcionan precisamente por familiaridad con la empresa. Si le preguntas a alguien que te cite un ejemplo de buen logo, seguramente te responderán con marcas como Nike, Apple o Cocacola.  Jamás citarán una empresa que tenga un buen diseño de logo pero con la que no se encuentren familiarizados o con la que no tengan afinidad.

Esto ocurre porque resulta complicado separar el concepto de empresa de lo que pensamos del logo. Para conseguir esta familiaridad entre empresa y logo el tiempo influye de una forma decisiva. No es un proceso que se consiga de la noche a la mañana.

Al presentar una marca, en algunas situaciones nos toparemos con clientes que demanden que tu propuesta gráfica les transmita emociones o sentimientos. Pero debes hacerles comprender que como se trata de una representación gráfica nueva, desligada hasta ahora de la empresa, el nuevo logo nunca tendrá la capacidad de transmitir emoción alguna a nuestros clientes.

¿Cómo podemos evitar acabar con un cliente problemático al presentar una marca?

No te asustes, existen formas de enseñar a tu cliente problemático cuál es el camino correcto a tomar, para que pueda entender que las propuestas presentadas son una solución más acertada para su problema.

A. Adelántate lo posible a este escenario.

Reflexiona sobre la actitud en la que presentas tu trabajo. Tú eres el experto, el diseñador gráfico. Ten confianza. No tengas miedo de mostrar tu punto de vista. Debes estar ahí, para llevar a tu cliente de la mano en todo momento. Debes enseñarle porque todo lo presentado es sencillo, las razones por las que has optado por ese camino y tu estrategia a seguir.

De esta forma evitaremos que surjan dudas sobre el enfoque de las propuestas.

B. Muestra los caminos que han tomado otras marcas de renombre.

Enséñale cómo han evolucionado los diseños de logos y cómo la sencillez está cada vez más presente en la identidad. Este método permitirá al cliente apartar su subjetividad a un lado e intentar observar más razonablemente la progresión natural de un logo. Muéstrale como la progresión de un logo con el tiempo siempre pasa de algo más ilustrativo y detallado, a algo más icónico y simple, más simbólico.

La razones son varias, desde que esos símbolos pueden llegar a ser más registrables, como que un símbolo simple produce más pregnancia. Se vuelve más memorable. Por tanto, tanto desde la perspectiva de la propiedad de una marca, como de su funcionalidad, crear un logo más simple e icónico funciona mejor. Además una versión más icónica, también perdura más en el tiempo, a lo que también podemos añadir entonces una razón más económica.

Al mostrarles cómo otras marcas de renombre han operado, y que el uso de logos simbólicos prima más en el tiempo, conseguiremos hacer reflexionar al cliente.

C. Analiza e intenta comprender el caso particular de tu cliente.

Si al cliente no le convence tu diseño, deja de lado tus emociones. Muéstrale porqué la idea que planteas es la mejor solución para ellos. Ayuda racionalmente a tu cliente a pensar y a llegar a la misma solución que tú. Intenta hablar de forma que te entienda, e incluso a demostrar más de lo que ya has demostrado hasta ahora.

Existen formas particulares de ayudar a cada cliente. Analiza la situación de cada empresa, y cómo puedes compartir el enfoque para que se interprete de la forma correcta.

Al presentar una marca, muestra al cliente ejemplos y aplicaciones. Porque un logo no debe de ser descriptivo ni contener detalle, y cómo otras empresas hacen uso de otros recursos como fotografías, marketing o publicidad para lanzar ese mensaje más descriptivo o promocional. Recuérdale que el logo esta destinado a identificar a la empresa, no a promocionarla.

No te rindas. Si tienes convicción de lo que necesita el cliente y cómo puedes ayudarle, lucha por ello. Eso sí, hazlo siempre desde el ámbito del respeto. Enfócalo de una forma inteligente y con sentido.

Recuerda que la resistencia puede venir de un apego emocional hacia su anterior logo. Al presentar una marca deja de lado las emociones e intenta pensar de una forma razonada para conseguir que entiendan los motivos reales del cambio.

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